Índice
- ¿Qué es la redacción médica?
- Qué hace un redactor médico
- ¿Qué habilidades tiene un redactor médico?
- ¿Quién debería ser redactor médico? ¿Médico o lingüista?
- Por qué es necesario confiar en un redactor médico
- ¿Dónde encontrar un redactor médico?
- ¿Cuáles son las asociaciones de redactores médicos?
- Bibliografía recomendada
Agradecemos a la Dra. Nàdia Llavero Muñoz, Coordinadora de Calidad de la UICEC del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge por su colaboración en la redacción del artículo.
¿Quién no ha buscado nunca en Google los síntomas de una enfermedad o un trastorno? Ejercicio peligroso, especialmente para los hipocondríacos..
Bromas aparte, es peligroso porque no toda la información médica disponible en Internet está escrita por profesionales científicamente competentes.
De hecho, existe un perfil profesional que debería encargarse de editar y comunicar todos los datos e informaciones médicas, clínicas y científicas: es el redactor médico o el editor médico.
¿Qué es la redacción médica?
La redacción médica es la rama de la comunicación científica que se ocupa de los textos escritos sobre temas médicos y clínicos.
El redactor médico es, por tanto, el profesional que combina el arte de la escritura con el rigor del método científico. Preferiblemente, debería tener una formación en el ámbito científico, para garantizar un uso controlado y preciso de la terminología médica y científica. También debería conocer las fuentes bibliográficas disponibles, ya que la investigación es uno de los puntos indispensables para una buena redacción científica.
Una excelente introducción a la redacción médica puede encontrarse en una entrevista con la ex presidenta de la EMWA, la Asociación Europea de Redactores Médicos, la Dra. Helen Baldwin. El vídeo está en inglés, pero se pueden activar los subtítulos automáticos en italiano.
En el vídeo, la Dra. Baldwin define la redacción médica como «la producción de documentación médica y científica por parte de un redactor especializado», es decir el redactor médico.
En el útil folleto titulado «A Career Guide to Medical Writing», la EMWA identifica dos extremos en los que se mueve el redactor médico:
En un extremo del espectro están las comunicaciones médicas, es decir, la creación de materiales escritos, audiovisuales, orales y en línea que tienen que ver con la medicina y la salud en general.
En el otro extremo se encuentra la redacción reglamentaria, que suele abarcar los documentos relacionados con el proceso de investigación, desarrollo y comercialización de un medicamento o de un dispositivo médico: desde documentos a nivel de ensayo clínico (protocolos, informes de estudio, actualizaciones anuales de seguridad, etc.) hasta documentos de marketing.
Qué hace un redactor médico
Dentro de este espectro, un redactor médico puede ocuparse de:
- textos promocionales o publicitarios de medicamentos u otros productos relacionados con la salud
- textos para la formación de profesionales médicos y sanitarios
- publicaciones relacionadas con el desarrollo de fármacos o procedimientos, como presentaciones, artículos para revistas, carteles, etc.
- documentos que acompañan a los productos farmacéuticos u otros productos terapéuticos
- sitios web relacionados con la medicina y con la salud
- monografías
- informes de conferencias o convenciones
- resúmenes de artículos científicos
- artículos científicos
Los textos pueden dirigirse a un público general o a profesionales de la salud (médicos, profesionales sanitarios o investigadores) y a profesionales de la industria farmacéutica o biotecnológica.
Muchos de los documentos de la categoría redacción reglamentaria se designan por sus siglas en inglés:
- CSP (Clinical Study Protocol)
- CSR (Clinical Study Report)
- CTD (Common Technical Document)
- RMP (Risk Management Plan)
- ICF (Informed Consent Form)
- IB (Investigator’s Brochure)
- SAEs (Serious Adverse Events)
- IMPD (Investigational Medicinal Product Dossier)
- PIP (Paediatric Investigation Plan)
A menudo se confunde al redactor médico con el redactor científico tout court. La diferencia es que el redactor médico se concentra en temas relacionados con la medicina y la salud, mientras que un redactor científico puede abarcar varios campos. Básicamente, ambos deben escribir con claridad, precisión y verdad científica.
¿Qué habilidades tiene un redactor médico?
Como hemos visto, la documentación elaborada por un redactor médico puede ser muy variada en función del sector al que presta sus servicios y del público objetivo: documentación para la presentación a las agencias reguladoras, artículos para revistas científicas, protocolos e informes necesarios en la investigación clínica, pósteres para presentaciones en congresos, folletos informativos para los pacientes, artículos para blogs o páginas web de contenido médico o sanitario, etc.
Por tanto, un buen redactor médico debe ser capaz de escribir sobre distintos ámbitos de la salud y tener la suficiente flexibilidad para trabajar en proyectos muy diferentes entre sí.
En el ámbito de la investigación clínica, un redactor médico puede desempeñar sus funciones a la hora de escribir el protocolo experimental, la hoja informativa para el paciente y el consentimiento informado, y luego contribuir también a la redacción del informe de resultados y, por último, a la redacción de un artículo sobre esta experimentación en una revista científica.
La importancia de la publicación es obvia, ya que la investigación que no se publica no existe en derecho. La publicación de los resultados obtenidos, ya sean favorables o desfavorables al estudio, es un requisito ético y obligatorio de la investigación.
Para poder escribir sobre medicina o ciencia de forma competente, clara, profesional y precisa, el redactor médico:
- conoce la lengua en la que escribe en profundidad (su lengua materna, pero también el inglés, ya que la mayoría de los textos médicos se escriben inicialmente en inglés)
- comunica de forma clara, concisa y precisa
- conoce y sigue los estándar de los documentos que debe redactar
- respeta los plazos (a menudo rigurosos e inamovibles) y las limitaciones del proyecto y sabe adaptar su ritmo de trabajo al calendario previsto
- conoce los fundamentos científicos del campo que cubre
- conoce los fundamentos de la estadística
- sabe archivar y organizar documentación compleja (con actualizaciones, variaciones, correcciones, etc.)
- sabe manejar herramientas digitales de gestión de referencias bibliográficas (EndNote, Reference Manager, Zotero, ProCite, etc.)
Otra presentación de la Dra. Helen Baldwin, de la EMWA, aclara cuáles son las características, habilidades y competencias deseables en un redactor médico:
¿Quién debería ser redactor médico? ¿Médico o lingüista?
En este punto surge una pregunta: ¿quién debería convertirse en redactor médico? ¿Un médico prestado a la literatura (científica) o un lingüista prestado a la ciencia?
No hay una respuesta definitiva, pero el mercado da algunos indicios.
En Italia la profesión de médico redactor no está regulada, ni existen asociaciones que defiendan los intereses de la profesión, a diferencia de otros países. Un ejemplo es el de España, donde existe la Asociación Española de Redactores de Textos Médicos (AERTEM).
En el mercado laboral, cada vez hay más ofertas de trabajo para redactores médicos, comunicadores científicos, redactores científicos o redactores médicos. Las ofertas que consultamos suelen exigir un título en una disciplina científica o relacionada con la salud (Medicina, Biología, Farmacia, etc.)
La remuneración media de los redactores médicos que se puede ver en las ofertas del mercado hace que este perfil sea más atractivo para los lingüistas formados en ciencias, que para los licenciados científicos formados en lingüística, que generalmente pueden aspirar a puestos mejor pagados.
Por otra parte, muchos especialistas creen que es más fácil para un licenciado en humanidades llenar las lagunas de la ciencia que a la inversa. Visto como se expresan muchos médicos, es difícil culparlos.
El camino para convertirse en redactor médico no es único. Es una profesión a la que se puede llegar de varias maneras. Como señala Laura Gatti, Asesora senior de marketing y comunicación, en el breve artículo «Convertirse en redactor médico, formación y aprendizaje»,
«La formación de un redactor médico es un reto: Debe ser capaz de identificar el mensaje más significativo de los datos recogidos y ser capaz de describirlo y representarlo de forma convincente, pero tiene que tener las habilidades blandas para gestionar la presión de todo el equipo y la capacidad de mantenerse al día con la normativa del sector. Es prácticamente imposible que un individuo posea de forma nativa esas habilidades, la mayoría de las cuales tienen que ser adquiridas y perfeccionadas».
Por eso los programas de mentoría, o al menos el aprendizaje en una empresa de creación de contenidos científicos, es esencial en la formación de un redactor médico.
Por qué es necesario confiar en un redactor médico
Cuando buscamos contenidos médicos en Internet, tenemos grandes expectativas en cuanto a la fiabilidad y exactitud de la información. Esta necesidad de precisión debe reflejarse en la necesidad de confiar dichos contenidos a profesionales experimentados.
No solo las empresas, sino también los profesionales que generan información científica y necesitan difundirla de forma clara y precisa para llegar a su público deben contar con un profesional de la comunicación médica y científica.
¿Dónde encontrar un redactor médico?
El perfil del redactor médico tiene lugar en diversas organizaciones:
- laboratorios farmacéuticos
- agencias de comunicación que difunden contenidos científicos
- instituciones académicas
- CRO (Contract Research Organisation)
- ONG
- editoriales especializadas
Sin embargo, los redactores médicos suelen trabajar como autónomos, ofreciendo sus servicios a diversos clientes, entre los que destacan, como se ha mencionado, otros profesionales de las ciencias de la salud que desean difundir sus investigaciones, servicios o productos.
¿Cuáles son las asociaciones de redactores médicos?
La forma más rápida de entrar en contacto con la redacción médica o de aprender más sobre ella es utilizar los sitios web de las asociaciones de redactores médicos y de comunicadores o periodistas científicos.
Como ya se ha dicho, hasta la fecha no existen asociaciones de este tipo en Italia, pero hay al menos tres asociaciones internacionales muy activas de las que se puede partir:
- la mencionada EMWA (European Medical Writers Association)
- la AMWA (American Medical Writers Association)
- y la ISMPP (International Society for Medical Publication Professionals).
Estas asociaciones, al igual que las demás mencionadas a continuación, promueven la profesión, defienden sus intereses, facilitan el acceso a la cartera de servicios que ofrecen sus miembros y ofrecen una amplia gama de cursos de formación para redactores médicos, a veces vinculados a certificaciones reconocidas internacionalmente.
EMWA
La EMWA, European Medical Writers Association, es una red de profesionales que representa, apoya y forma a los comunicadores médicos en Europa y más allá. Es una organización sin ánimo de lucro dirigida por sus propios miembros.
Fue fundada en 1989 por profesionales de la comunicación biomédica procedentes del mundo académico, industrial y periodístico. Desde entonces, ha crecido hasta contar con más de 1.000 miembros de 39 países diferentes (incluidos 12 países no europeos): académicos y profesionales que trabajan internamente o como autónomos para empresas farmacéuticas y de comunicación médica, institutos de investigación y en el ámbito del periodismo científico.
AMWA
Con más de 4.000 miembros, la AMWA, American Medical Writers Association, afirma ser la principal organización profesional de redactores médicos. Ofrece numerosos recursos de formación y publica el AMWA Journal, una revista a distribución nacional, revisada por homólogos, que pretende ser una fuente de información autorizada y completa sobre conocimientos, habilidades y oportunidades en el campo de la comunicación médica.
ISMPP
La ISMPP, International Society for Medical Publication Professionals, es una asociación profesional creada en 2005 y registrada como organización sin ánimo de lucro en Estados Unidos.
Los más de 1.800 miembros de la ISMPP representan a todas las partes implicadas en la publicación de la investigación médica, incluidas las empresas farmacéuticas, biotecnológicas y de dispositivos, las agencias de publicación y comunicación médica, los editores de revistas médicas y los editores médicos profesionales.
La ISMPP ha implementado un programa de certificación que ofrece a los profesionales de la publicación médica la oportunidad de obtener la recién creada credencial Certified Medical Publication Professional™ (CMPP™). Más del 50% de los miembros de la ISMPP tienen la certificación ISMPP CMPP™.
ABSW
La ABSW, Association of British Science Writers, es una asociación británica de profesionales de los medios de comunicación que suelen cubrir la ciencia, la medicina, el medio ambiente, las matemáticas, la ingeniería y la tecnología.
Fundada en 1947, la ABSW lleva casi 75 años ofreciendo a los periodistas científicos, en todas las etapas de su carrera, oportunidades de creación de redes, formación y desarrollo profesional, entre otras cosas mediante un programa de eventos y premios anuales que reconocen la excelencia en la escritura y el periodismo científicos.
AHCJ
La AHCJ, Association of Health Care Journalists, es una organización independiente y sin ánimo de lucro con sede en Indiana, Estados Unidos. Su objetivo es impulsar la comprensión pública de las cuestiones de salud, con la misión de mejorar la calidad, la precisión y la visibilidad de la información, la redacción y la edición en las ciencias de la salud. Fue fundada en 1997 y cuenta con más de 1.500 miembros.
AMWA – Australasian Medical Writers Association
La Australasian Medical Writers Association (AMWA, mismo acrónimo que la asociación estadounidense con la que no debe confundirse) es el principal organismo de promoción de la excelencia en comunicación médica y ciencias de la salud en Australasia. Lo hace a través de programas de formación, creación de redes y programas de mentoría. Fundada en 1982, apoya a una creciente comunidad de comunicadores médicos, principalmente de Australia y Nueva Zelanda, a la vez que atrae a muchos médicos, enfermeros y otros profesionales de la salud interesados en ampliar sus carreras de redacción y edición, así como a periodistas que desean especializarse en salud y medicina.
BELS
El BELS, Board of Editors in the Life Sciences, fue fundado en 1991 en el estado de Maryland (EE.UU.) para evaluar la competencia de los editores de manuscritos en ciencias de la vida y otorgar credenciales similares a las que se obtienen en otras profesiones. BELS cuenta con más de mil editores certificados en 22 países. Ofrece tres credenciales que certifican la profesionalidad del editor.
CSE
El CSE, Council of Science Editors, es una organización internacional para los profesionales de la publicación científica. Presta servicio a más de 800 miembros de las comunidades científicas, de publicaciones científicas y de ciencias de la información, promoviendo la creación de redes, la educación, el debate y el intercambio, con el objetivo de ser un recurso autorizado sobre cuestiones actuales y emergentes en la comunicación de la información científica.
EASE
La EASE,European Association of Science Editors, es una comunidad internacional de personas y asociaciones de diferentes orígenes, tradiciones lingüísticas y experiencias profesionales en la comunicación científica.
La misión de EASE es mejorar el nivel y la calidad global de la edición científica promoviendo el valor de los editores científicos y apoyando el desarrollo profesional, la investigación y la colaboración
ISWA
La ISWA, International Science Writers Association, es una organización de miembros individuales creada en 1967 en respuesta al alcance cada vez más internacional de la divulgación científica y las comunicaciones técnicas. Dice ser la asociación de periodistas científicos más antigua del mundo.
NASW
La NASW, National Association of Science Writers, con sede en California, es una comunidad de periodistas, autores, editores, productores, responsables de información pública, estudiantes y personas que escriben y producen material destinado a informar al público sobre ciencia, salud, ingeniería y tecnología. Por lo tanto, no solo se centra en la redacción médica, sino en la escritura científica en general.
Fundada en 1934 y constituida formalmente en 1955 con el objetivo de «promover la difusión de información precisa sobre la ciencia a través de todos los medios de comunicación normalmente dedicados a la información pública», la NASW defiende los intereses profesionales de los editores científicos a nivel nacional e internacional, desempeña un papel activo para garantizar que los escritores reciban una remuneración por su trabajo y aboga por la protección de los derechos de autor.
SWCC
El SWCC, Science Writers & amp; Communicators of Canada, fue fundada en 1970 como Canadian Science Writers’ Association por un pequeño grupo de periodistas científicos y médicos que reconocieron su papel para ayudar a otros canadienses a entender mejor los rápidos cambios que se están produciendo en nuestro mundo.
En 2017, la asociación actualizó su mandato para reflejar de forma más adecuada la naturaleza en expansión de la comunicación científica en Canadá, y para ser más inclusiva con aquellos que contribuyen al discurso científico público a través de diferentes canales. Hoy en día es una asociación nacional que acoge a profesionales de los medios de comunicación, directores de comunicación de instituciones científicas y tecnológicas, redactores técnicos, educadores y cualquier persona que participe en la comunicación de la ciencia y la tecnología a un público no especializado.
WAME
Fundada en 1995, la WAME, World Association of Medical Editors, es una asociación voluntaria sin ánimo de lucro de editores de revistas médicas revisadas por homólogos de países de todo el mundo. Cuenta con 1.830 miembros que representan a más de 1.000 revistas de 92 países. La WAME promueve la cooperación internacional y la formación de los editores de revistas médicas. La afiliación a WAME es gratuita y todos los editores de revistas médicas revisadas por homólogos pueden unirse a ella.
Bibliografía recomendada
En italiano
- Piero Angela, Raccontare la scienza, Pratiche editrice, Milán 1998
- Piero Bianucci, Te lo digo con tus propias palabras. La scienza di scrivere per farsi capire, Zanichelli, Bolonia 2008
- Silvia Bencivelli y Francesco Paolo de Ceglia, Comunicare la scienza, Carocci editore, Roma 2013
- Giovanni Carrada, Comunicar la ciencia. Kit di sopravvivenza per ricercatori, Sironi editore, Milán 2005
- Daniele Gouthier, Escribir sobre ciencia. Ejercicios y buenas prácticas para divulgadores, periodistas, docentes e investigadores de hoy, Codex, 2019
En inglés
- Brian G. Bass e Cynthia L. Kryder, The Accidental Medical Writer, Booklocker.com, Inc, 2008
- Barbara Gastel e Robert A. Day, How to Write and Publish a Scientific Paper, 8ª ed., Greenwood, 2016
- Helen Osborne, Health Literacy from A to Z: Practical Ways to Communicate Your Health Message, Jones and Bartlett Publishers, 2005
- Silvia M. Rogers, Mastering Scientific and Medical Writing. A Self-Help Guide, Springer, 2007
- Robert B. Taylor, Medical Writing. A Guide for Clinicians, Educators, and Researchers, 2ª ed., Springer, 2011
- Linda Fossati Wood e MaryAnn Foote (a cura di), Targeted Regulatory Writing Techniques: Clinical Documents for Drugs and Biologics, Birkhauser, 2009
- Mimi Zeiger, Essentials of Writing Biomedical Research Papers, 2ª ed., McGraw-Hill, 2000
Otros títulos recomendados se encuentran en: Robert B. Taylor, What Every Medical Writer Needs to Know, Springer, 2015.
Como hemos visto hasta ahora, no faltan oportunidades para seguir estudiando y establecer contactos en el campo de la redacción médica y la comunicación científica en general, tanto para los que quieren entrar en este sector como profesionales como para los que necesitan un redactor médico-científico para escribir, corregir o mejorar sus textos científicos.
Y si necesitas un redactor médico, escríbenos: tenemos varios profesionales en nuestra red de contactos que podemos recomendarte.