Cómo traducir archivos LaTeX

Ingegnere con tablet manuale latex

Introducción a la traducción TeX/LaTeX

Una de las señas de identidad de LaTeX es su madurez y estabilidad. Durante décadas, ha sido utilizado por muchos autores de diversas grandes organizaciones como su entorno de redacción preferido. Hoy en día, se ha convertido en una herramienta de escritura muy potente y extremadamente eficaz que se utiliza ampliamente en [el mundo académico](/traduccion/traducciones- educacion-e-investigación) para publicar y comunicar artículos científicos en campos tan diversos como la estadística, las matemáticas, la ingeniería, la informática, la física, la química, la psicología cuantitativa, la economía, las ciencias políticas y la filosofía.

LaTeX también desempeña un papel importante en la publicación y preparación de artículos y libros que incluyen material multilingüe complicado, aunque también se utiliza cada vez más en otros campos para los que LaTeX no fue concebido en el momento de su creación, como la filología o la lingüística.

La traducción desempeña un papel fundamental para que todos estos descubrimientos científicos, antiguos y nuevos, sean accesibles al mayor número posible de personas. Permite un acceso más amplio al conocimiento, pero también la colaboración entre comunidades que no comparten una lengua común. Sin embargo, hacerlo en documentos escritos en LaTeX añade un poco de picante a los retos habituales de la traducción.

Comprender los retos de la traducción TeX/LaTeX

Como se menciona en el artículo introductorio, los proyectos TeX/LaTeX utilizan archivos de texto plano para separar el contenido del diseño.

Esto se consigue mediante comandos de formato específicos en los archivos, concebidos como instrucciones para el motor TeX/LaTeX. Estos comandos no tienen que traducirse. Si uno de ellos se altera durante el proceso de traducción, es probable que el archivo no se compile (y si por casualidad se compila, es muy probable que el formato sea incorrecto).

Internamente, los documentos de Microsoft Word y alternativas similares también utilizan etiquetas para marcar el formato. Dado que estas soluciones de software se centran en el enfoque WYSIWYG, no muestran estas etiquetas al usuario (sino directamente el resultado de su aplicación). Por este motivo, el conjunto de etiquetas y formatos que pueden aplicarse al texto sobre el que se trabaja es limitado, ya que las únicas opciones disponibles se encuentran dentro de la interfaz gráfica que proporciona el software. Resumiendo: hay un número limitado de posibles etiquetas incluidas en esos documentos.

También en LaTeX existe un conjunto de etiquetas estándar que permiten al usuario marcar formato o referencias, pero también existe la posibilidad de definir nuevas etiquetas o incluso macros además de las estándar ya previstas.

Y aquí es donde surgen los problemas, porque este caso es muy común en los archivos TeX/LaTeX.

Los formatos de texto más populares (como .docx u .odt) son reconocidos fácil y ampliamente por casi todas las herramientas modernas [de traducción asistida por ordenador] (/cat-tools). ¿Qué ocurre cuando, además de las marcas estándar, existe la posibilidad (muy probable) de que el autor defina nuevas etiquetas y estructuras que se utilizarán en el documento pero que no deben tenerse en cuenta en la traducción? Si se les da la oportunidad, los autores definen sus propias abreviaturas para las partes del texto que se repiten con frecuencia. Esto es especialmente habitual en matemáticas, donde las ecuaciones se explican y resuelven paso a paso (hay pocos cambios entre ecuaciones). Esto puede complicarse y acarrear problemas si el texto y los archivos no se tratan adecuadamente antes de la traducción.

Consideraciones previas a la traducción

El aspecto más crítico de TeX/LaTeX es identificar correctamente lo que es traducible y lo que no. TeX/LaTeX envuelve el contenido traducible en etiquetas no traducibles. Si no se identifica correctamente lo que es traducible y lo que no, se corre el riesgo de romper el código y generar un archivo que no compile o un archivo que no sea exacto (desde el punto de vista del formato) con respecto al original.

Una lista de comprobación breve pero obligatoria para la preparación de traducciones podría ser la siguiente:

  • Compruebe la compatibilidad con la herramienta de traducción: la mayoría de ellos no soportan TeX/LaTeX de forma nativa.
  • Identificar y resolver problemas de codificación: una codificación diferente puede ser la causa principal de la identificación incorrecta de caracteres por parte del software, como acentos o caracteres especiales.
  • Gestionar paquetes o macros personalizadas: TeX/LaTeX permite el uso de paquetes adicionales, que añaden otros comandos a la colección estándar. Compruebe en la cabecera qué paquetes se utilizan en los archivos para asegurarse de que se tienen en cuenta todos los comandos adicionales.
    • También existe la posibilidad de que los autores definan sus propios comandos y macros. Suelen definirse al principio del documento. Asegúrese de marcarlos como no traducibles.
  • No olvide los elementos no textuales: los documentos científicos suelen incluir elementos no textuales, como figuras, tablas y ecuaciones. Normalmente se pueden etiquetar de forma segura como DNT ("Do Not Translate"), pero también existe la posibilidad de que incluyan texto traducible en su interior. En ese caso, hay que pedir al cliente que envíe las cifras por separado en un formato editable para poder traducirlas. Tener esto en cuenta antes de empezar la traducción puede ahorrar mucho tiempo y situaciones de tira y afloja entre clientes y traductores.
  • Buscar al profesional más adecuado: el traductor que trabaje con los archivos debe tener al menos un conocimiento básico del funcionamiento de LaTeX para evitar romper el código y poder señalar cualquier error en la identificación del texto traducible. Cambiar el orden de algunos caracteres especiales es habitual (debido a la gramática), pero algunos programas TAO pueden notificarlo como error o advertencia.

Prácticas recomendadas para la traducción TeX/LaTeX

Las directrices generales para la traducción TeX/LaTeX no serán nuevas para quienes estén acostumbrados a trabajar en el sector de la traducción. El uso de una herramienta CAT ayudará a garantizar la coherencia. Una memoria de traducción bien poblada de obras anteriores será de gran ayuda.

También es muy probable que en estos archivos se utilice jerga específica del sector y/o científica, por lo que se recomienda extraer previamente las palabras/frases más relevantes para construir un glosario que ayude a lo largo del proceso. La precisión también es crucial en estas traducciones, ya que un matiz mal traducido podría implicar una suposición incorrecta o una contradicción dentro del texto.

Cuando se trabaja con artículos o publicaciones científicas, muy a menudo se demuestra que nuevos teoremas e hipótesis son correctos o incorrectos. Es esencial que en la traducción se mantenga el sentido correcto. Por este motivo, es muy aconsejable trabajar con un traductor cuyo campo de especialización sea el tratado en la traducción o, como mínimo, que tenga un buen conocimiento de un campo relacionado, lo que permitirá una mejor comprensión de las ideas expuestas. Nuestro equipo de profesionales se asegurará de que los textos que nos envíe se traduzcan con precisión del/al idioma deseado.

También es necesaria una inspección visual periódica tanto del archivo original como del traducido para garantizar que se mantiene el formato. Dado que TeX/LaTeX es un lenguaje de marcado y suponiendo que haya etiquetas que cambien de posición, es importante inspeccionar periódicamente el documento para asegurarse de que el formato es coherente.

Otra situación habitual para este tipo de traducción son las referencias cruzadas entre distintos artículos y/o citas de otros autores. Si es posible, es importante pedir los expedientes a los que se hace referencia para asegurarse de que se citan correctamente. También ocurre a veces que un cliente envía varios ficheros con referencias internas. Por lo tanto, hay que asegurarse de que las citas figuran correctamente en los expedientes finales.

Elegir la herramienta de traducción adecuada

Actualmente, el proceso de traducción se simplifica enormemente si se utiliza la herramienta adecuada. Dado que TeX utiliza archivos de texto sin formato, siempre será posible abrir los archivos que componen un manual con un editor de texto avanzado (como el Bloc de notas++) y traducirlos de uno en uno. Sin embargo, para garantizar una mayor coherencia y evitar traducir varias veces textos repetidos (los manuales técnicos están llenos de repeticiones) y traducir de una vez todos los archivos individuales, se recomienda utilizar una herramienta TAO, con lo que no nos referimos a un espécimen de felino, sino a una herramienta de traducción asistida por ordenador.

Para hacerlo correctamente, la herramienta TAO debe encontrar primero la forma de distinguir las partes que hay que traducir del resto del texto, manteniendo al mismo tiempo la integridad estructural de la carpeta en la que se encuentran y el formato de cada archivo.

Existen 3 enfoques:

  • Utiliza Etiquetador de Tortugas: este conjunto de macros para Microsoft Word, de hace unos años, permite bloquear partes del texto y revelar sólo el texto traducible. Después de pasar los archivos TeX/LaTeX por este tagger, puede utilizar una herramienta TAO que pueda procesar archivos Word o RTF etiquetados, como el propio Trados Studio, Wordfast o memoQ.
  • Utiliza un filtro basado en expresiones regulares: algunas herramientas de traducción como Trados o memoQ soportan expresiones regulares (regex), para bloquear todas las partes no traducibles. Si se dispone de tiempo y paciencia para crear un conjunto de expresiones regulares adecuadas al proyecto en el que se está trabajando, es un proceso que evita el preprocesamiento de archivos con un etiquetador.
  • Usa OmegaT: esta herramienta TAO de código abierto es el procedimiento recomendado, ya que puede leer archivos TeX directamente. Elimina la molestia de etiquetar los archivos antes de empezar la traducción (y luego exportarla de nuevo en un archivo .tex) y de refinar una compleja regex que potencialmente sólo funcionará para el proyecto actual.

Garantizar la calidad tras la traducción

Al final del proceso de traducción, es necesario un proceso de validación para garantizar que todos los archivos se han tratado correctamente, que no queda texto por traducir, que todos los archivos están en el lugar correcto para que el motor pueda compilar el proyecto y que el resultado global es el mismo que el de los archivos originales.

LaTeX tiene un motor muy bueno que suele generar un resultado muy coherente, incluso con distintos idiomas. No siempre es así en todas las páginas, pero la mayoría de las veces es posible comprobar 1 a 1 cada página para comparar las dos salidas. Probablemente tendrán el mismo aspecto, con la única diferencia del lenguaje utilizado.

Obviamente, es muy recomendable que otro especialista corrija el texto producido por el traductor. En este caso, no es del todo obligatorio que esta persona conozca los entresijos de LaTeX, ya que la versión "final" del documento ya puede estar generada y es probable que sólo haya que realizar pequeños cambios (por parte del mismo traductor que trabajó con los archivos originales).

En Qabiria ofrecemos tanto traducción como revisión de documentos TeX/LaTeX. Más información sobre nuestros servicios de traducción LaTeX.

Traductor, informático, profesor, mago de LaTeX. Licenciatura en informática y máster en tradumática. Colabora con Qabiria desde 2017

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