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El mercado de los servicios lingüísticos se encuentra en un momento especialmente favorable. Como todos los sectores, al principio sintió los efectos de la pandemia.
Sin embargo, los PSL (Proveedores de Servicios Lingüísticos), gracias en parte a su carácter ágil, pudieron reorganizarse en torno al modelo «a distancia» y reiniciar sus operaciones sin demasiadas dificultades.
Además, el rápido crecimiento del comercio electrónico, el e-learning y, en general, el aumento del consumo de contenidos en línea sigue generando mucho trabajo para las empresas de traducción y localización: entre el 2020 y el 2021, la suma de los beneficios de las 100 mayores empresas del sector aumentó casi un 23% y no parece que la tendencia vaya a disminuir, al menos por ahora.
Según la consultora Nimdzi, la traducción y la localización son los servicios más demandados, seguidos de la revisión de traducción automática (llamada post-edición de traducción automática), el subtitulado y la creación de contenidos originales (copywriting, transcreación y creación de contenidos).
Si estás buscando un servicio de traducción, estos datos son muy buenas noticias: en función del perfil de tu empresa, hay muchas soluciones entre las que elegir.
Los cinco segmentos
El mercado de la traducción siempre ha estado muy fragmentado, y, aún a día de hoy, puede dividirse en 5 grandes segmentos:
- Multinacionales
- Agencia nacionales
- Agencias locales
- Agencias «mom & pop»
- Traductores autónomos
Multinacionales
En número, el segmento de las multinacionales ocupa la tajada más pequeña, pero es el que genera más volumen de negocio: las principales empresas del sector, como TransPerfect, Keywords Studios o Lionbridge, tienen oficinas en todo el mundo y están estructuradas como cualquier empresa internacional.
Entre los proveedores de traducción, las multinacionales ofrecen la gama más amplia de servicios, que abarca todos los ámbitos de especialización en cientos de combinaciones lingüísticas.
En líneas generales, disponen de enormes recursos, tanto humanos como tecnológicos, siempre a la vanguardia. A menudo, han desarrollado sus propios sistemas de traducción y ofrecen «conectores» que enlazan el sistema de generación de contenidos del cliente con el flujo de trabajo de traducción, automatizando los numerosos pasos que componen un proyecto de traducción.
Sin embargo, al ser colosos, la relación humana suele ser más aséptica. Los project manager o los account manager rotan con frecuencia. Cada proyecto se gestiona según procesos estandarizados, eficaces sí, pero a menudo inflexibles, sobre todo en caso de emergencia. La comunicación puede ser lenta y complicada, prácticamente burocrática.
En muchas ocasiones, estas multinacionales se apoyan en otras agencias más pequeñas, que a su vez confían los encargos a su propia red de colaboradores. Como resultado, el precio del servicio aumenta, pero este aumento no se corresponde con ningún valor añadido perceptible para el cliente.
En última instancia, los clientes que deben confiar en una empresa multinacional son aquellos que generan enormes volúmenes de contenidos especializados, que deben traducirse en poco tiempo, al mayor número posible de idiomas y mediante un proceso lo más automatizado posible, por lo general a quienes tienen requisitos técnicos sofisticados.
Agencias nacionales
La segunda categoría es la de las grandes agencias con una fuerte presencia nacional. Suelen especializarse en determinadas áreas y ofrecen servicios de traducción ida y vuelta en el idioma local.
No pocas veces son capaces de ofrecer soluciones tecnológicas de alta calidad, como sistemas dedicados de gestión de proyectos, portales para clientes o herramientas de traducción en línea.
La relación entre clientes y gestores de proyectos es más directa que en las empresas multinacionales. Una vez más, los costes de los servicios pueden ser poco competitivos, porque -al igual que las multinacionales- las grandes agencias nacionales suelen utilizar una larga cadena de suministro con varios intermediarios, de modo que el precio final acaba siendo más alto por el mismo servicio.
Las agencias nacionales especializadas son ideales para quienes necesitan traducir grandes cantidades de textos sobre temas muy específicos a una lengua o a un número limitado de ellas.
Agencias locales
La tercera categoría es la que denominamos como «agencias locales»: son las aquellas medianas empresas con un ámbito territorial más limitado, a menudo formadas por un grupo de autónomos con espíritu emprendedor que han creado una empresa.
No suelen ser punteras desde el punto de vista tecnológico, trabajan con menos idiomas y en menos ámbitos de especialización. A nivel económico, como traducen internamente, son bastante competitivos.
Al tener menos proyectos que gestionar, las agencias locales pueden seguir a sus clientes más de cerca y con un servicio a medida.
Agencias «mom & pop»
Utilizamos el término «mom & pop» para definir a las agencias pequeñas y micro, a menudo de propiedad familiar (de ahí el nombre), que facturan menos de un millón de euros.
Representan la inmensa mayoría de las empresas que componen el mercado de los servicios lingüísticos, hasta el 80% según algunas estimaciones.
Aunque son pequeñas y cuentan con recursos limitados en comparación con los tipos de agencias ya vistos, el servicio que ofrecen al cliente no suele tener parangón: cuando trabajas con una agencia familiar, sueles tratar directamente con los propietarios y no con un gestor de cuentas o de proyectos. Es una ventaja que no hay que subestimar: nadie conoce mejor las posibilidades de la empresa que sus propietarios. Ellos sabrán ofrecerte una solución a medida y seleccionarán los recursos humanos y las tecnologías más adecuadas para tu proyecto.
Traductores autónomos
La última categoría es el caldero de los autónomos, que trabajan solos en el mercado y realizan de forma independiente todas las tareas auxiliares a la traducción, como, por ejemplo, las actividades técnicas (conversión de documentos, extracción de contenidos traducibles) o la autoedición.
Al tratarse de particulares, pueden ocuparse de cantidades limitadas de trabajo y suelen ofrecer una o unas pocas combinaciones lingüísticas. Por otra parte, los precios ofrecidos son competitivos.
¿Quién debe recurrir a un autónomo? Si solo necesitas una traducción ocasional a un idioma y el formato del archivo a traducir es común y no implica conversiones o maquetaciones complejas, puede ser más rentable contratar a un autónomo.
Los criterios para elegir un proveedor
Elegir al proveedor más adecuado para ti y tu empresa es una decisión que depende de muchos factores:
- volumen y frecuencia de los contenidos que deben traducirse;
- cuántas y qué combinaciones lingüísticas se necesitan;
- presupuesto disponible;
- tipo de texto (genérico, especializado, de nicho);
- formato del contenido a traducir;
- necesidad de extraer contenido traducible de un CMS;
- urgencia;
- necesidad de servicios distintos al de la traducción.
Para complementar esta lista, en el artículo «3 sencillos pasos para elegir un proveedor de servicios lingüísticos» también indicamos cuáles son las tres preguntas fundamentales que hay que hacerse antes de elegir.
¿Y Qabiria?
Tras este breve repaso al mercado de los proveedores de servicios lingüísticos, es posible que te preguntes a qué categoría pertenece Qabiria y quién debería trabajar con nosotros.
En Qabiria trabajamos de forma diferente. Con el Sistema Q hacemos tus textos más ágiles y eficaces, tu traducción más barata y tu mensaje más potente. ¿Cómo lo hacemos? Optimizando los procedimientos y eliminando procesos innecesarios, redundancias, automatizando lo automatizable.
En términos de tamaño y volumen de negocio, Qabiria pertenece al amplio grupo de microagencias, a menudo denominadas eufemísticamente «agencias boutique». Si tienes curiosidad, encontrarás la historia de nuestros orígenes y todas las etapas del viaje que comenzó en 2008 en la sección Por qué Qabiria.
Dadas estas dimensiones empresariales, en términos de habilidades y competencias técnicas, Qabiria no se queda atrás en absoluto. A menudo, agencias de mayor renombre acuden a nosotros en busca de cursos de actualización o apoyo cuando se enfrentan a proyectos tecnológicamente complejos.
Además, gracias a una amplia red de colaboradores cuidadosamente seleccionados, Qabiria puede asumir proyectos de gran volumen.
Por último, los propietarios de Qabiria, Marco y Sergio, siguen interactuando directamente con los clientes, lo que garantiza una relación personalizada sin burocracia.
En resumen, Qabiria es más pequeño que un equipo de fútbol, pero juega con todos los grandes.