3 sencillos pasos para elegir un proveedor de servicios lingüísticos

Doubtful man

Necesitas una traducción. ¿Qué haces?

¿Copias y pegas el texto en Google Translate? ¿Llamas a tu primo que ha trabajado seis meses en Londres y sabe inglés mejor que el señor Vaughan (eso dice él…)? ¿Pides ayuda al hijo de tu vecino que estudia FP de Comercio y Marketing?

Estas soluciones funcionan si sólo necesitas hacerte una idea de lo que significa el texto.

Pero, ¿y si tu negocio depende de esa traducción? ¿Y si el documento en cuestión es un manual técnico o un folleto de marketing? ¿Y si tienes que traducir todo el sitio web de tu empresa?

Cuando están en juego tu reputación y la de tu empresa, la única solución es recurrir a profesionales.

Sin embargo, no es fácil navegar por el mercado de los servicios lingüísticos.

Es un sector desconocido para la mayoría de la gente y que - paradójicamente - habla un idioma propio, compuesto por conceptos no siempre intuitivos.

¿Sabes cuál es la diferencia entre un «traductor» y un «intérprete»? ¿O entre «edición» y «revisión», por ejemplo? ¿O sabías que para traducir textos técnicos se usan programas específicos, llamados herramientas de traducción asistida (o TAO/CAT)?

Eso es.

No lo sabes, y no deberías preocuparte por ello. La única preocupación de quién necesite comprar traducciones debería ser la elección del proveedor más adecuado para su caso.

Para empezar, te sugiero que leas un folleto, titulado Todo lo que siempre quiso saber sobre la traducción, ofrecido por Asetrad, la Asociación española de traductores, una fuente seria y fiable.

El objetivo de este manual (que se lee en cinco minutos, son 28 páginas con el texto escrito en letra grande) es dar consejos útiles a quienes necesiten servicios de traducción profesional, para que el resultado se ajuste a sus expectativas. El librito está disponible en 12 idiomas, por lo que también puedes enviarlo a tus compañeros de las sedes extranjeras de tu empresa, para que comprendan mejor la importancia de estos conceptos.

Portada de Todo lo que siempre quiso saber sobre la traducción

Conseguir un servicio de traducción preciso y satisfactorio no es una tarea imposible. Hay muchos traductores y agencias de traducción y no debería ser complicado encontrar uno.

Sin embargo, una vez encontrado el nombre de un proveedor de traducciones, ¿cómo puedes verificar si es el adecuado para ti?

Hazte estas 3 preguntas:

  1. ¿Necesito un profesional o es suficiente un aficionado?
  2. ¿Necesito un traductor especializado o comodín?
  3. ¿Esta persona es fácil de contactar y se puede hablar con él o con ella cómodamente?

1. ¿Profesional o aficionado?

En primer lugar, asegúrate de que estás tratando con profesionales.

En España no existe un registro de intérpretes y traductores, más alla de aquellos certificados por el Ministerio de Interiores, por lo que cualquiera puede venderse como traductor.

Del mismo modo, es muy fácil crear una agencia de traducción o algo que simule serlo: todo lo que se necesita es un ordenador, comprar un dominio, elegir una plantilla atractiva para la web y aprovechar uno de los muchos mercados de colaboradores de bajo coste. De la nada, allí va la agencia de traducción «perfecta». Cualquiera puede desempeñar el papel de propietario.

Cuando se compra un servicio de traducción, precisamente porque es un servicio y no un bien físico, se están comprando las habilidades de una o varias personas.

Así que investiga quién está detrás del sitio web. Desconfía de los sitios «opacos»:

  • los que no dejan claro quién está detrás de los contenidos publicados
  • los que usan fotos de archivo en lugar de presentar sus oficinas y empleados
  • los que ponen fotos de personas genéricas y no mencionan los nombres completos de los propietarios
  • los que tienen una sección «Sobre nosotros» muy genérica
  • los que en el aviso legal no incluyen los datos de la empresa...

Entonces, si quieres encontrar auténticos profesionales, ¿por dónde deberías empezar?

Una primera fuente a la que recurrir es la propia red de contactos. Las recomendaciones de amigos y compañeros son muy valiosos. El boca a boca es siempre la mejor garantía.

A continuación, puedes utilizar sabiamente las redes sociales de profesionales en línea, desde las más generalistas hasta las específicas de traducción.

Empieza por sitios como LinkedIn o XING, que reúnen a muchos profesionales de los idiomas. Aprovecha tu red de contactos en estas redes sociales: podrías encontrar un traductor o el dueño de una agencia entre tus contactos de segundo o tercer nivel.

Si solo necesitas un traductor, consulta la base de datos de ProZ.com, una de las principales plataformas en línea dedicadas a traductores e intérpretes (tanto autónomos como agencias de traducción), un mercado con cientos de miles de usuarios. No será fácil distinguir entre profesionales y aficionados, pero es un buen punto de partida.

También puedes buscar en los sitios web de las asociaciones del sector. Existen tanto para los profesionales autónomos, como la mencionada ASETRAD, o APTIC en Cataluña, como para las empresas de servicios lingüísticos, como ANETI y ASPROSET o sus homólogas en el extranjero (sobre todo si necesitas traducciones a otros idiomas distintos del español).

Una vez que hayas encontrado a la persona que crees que te conviene, comprueba también:

  • las credenciales expuestas en su sitio web o en el CV
  • la lista de clientes con los que trabaja
  • la presencia de ejemplos de trabajos realizados o estudios de casos
  • los testimonios citados (puedes ponerte en contacto directamente con esas personas para verificar la fiabilidad)
  • algunas agencias de traducción incluyen en su web referencias a herramientas y materiales (como glosarios o programas desarrollados internamente): esto puede ser un indicio de cierta habilidad o sensibilidad técnica, que es tanto más necesaria si se va a traducir un programa informático o un sitio web.

2. ¿Proveedor de traducciones especializado o comodín?

El segundo paso es la verificación de las competencias técnicas. El profesional que elijas debe tener un profundo conocimiento del tema a traducir. Estos conocimientos pueden proceder de una formación profesional complementaria a los estudios de traducción, en el caso de un profesional, o de una cartera de clientes pertenecientes al sector en el que operamos, en el caso de una agencia.

Un traductor, aunque no esté especializado en un campo concreto, ha adquirido, gracias a su formación, cierta capacidad y flexibilidad para buscar la terminología correcta y para utilizar las herramientas más adecuadas.

Comprueba si de la lista de trabajos realizados por el profesional que has elegido se nota un conocimiento profundo de la terminología específica y si se corresponde con tus necesidades.

También puedes comprobar si el currículum indica formación o una experiencia profesional significativa en un campo específico (por ejemplo, varios años de experiencia en el sector marítimo o una licenciatura en derecho).

Los conocimientos técnicos de un proveedor de traducciones competente y fiable incluyen también conocimientos de informática. Especialmente, me atrevo a decir, en un mercado donde la tecnología es cada vez más importante.

No tanto el conocimiento del paquete Office, que se da por asumido. Pienso más bien en los programas necesarios para afrontar cómodamente el trabajo requerido.

Si tu texto necesita ser formateado, necesitarás a alguien que sepa usar InDesign o Framemaker.

Si lo que quieres traducir es un sitio web, querrás a alguien que pueda traducir directamente los archivos XML exportados por tu sistema de gestión de contenidos web, es decir, sin tener que copiar y pegar los textos en un archivo de texto.

En resumen, asegúrate de encontrar a alguien que demuestre experiencia en el uso del software que necesitas. También puedes echar un vistazo al blog del profesional y a los artículos que ha escrito: suelen ser un buen indicador de su nivel de habilidad y competencia.

Si es necesario, contacta directamente con el traductor o la agencia para aclarar cualquier duda y establecer el flujo de trabajo correcto.

3. Customer service o customer nightmare?

Uno de los aspectos más infravalorados a la hora de elegir un proveedor de traducciones es la fluidez del canal de contacto.

Asegúrate de que el proveedor de servicios lingüísticos esté disponible cuando lo necesites y que ofrezca un servicio de atención al cliente digno de ese nombre.

A menudo al principio de la relación, en la fase de cotización, te dicen que todo va a ir muy bien y te dan todo tipo de garantías.

Pero es durante el proyecto y en el periodo posterior a la entrega cuando se puede ver claramente quién es capaz de acompañar al cliente y quién no.

Un proveedor debe ser fácilmente localizable y debe responder a las solicitudes de manera rápida. El profesional en el que has confiado debe tener una presencia en línea con vías de contacto que te resulten cómodas. Si estás acostumbrado a usar Skype, busca a alguien que esté dispuesto a comunicarse contigo por Skype. Si prefieres WhatsApp, comprueba que este canal esté disponible.

Algunas empresas también ofrecen salas privadas para chatear directamente con los gestores de proyectos y consultarles si tiene alguna duda.

Todas las agencias de traducción tienen franjas horarias fijas en las que ofrecen asistencia directa a los clientes. ¿Y si hay una emergencia? Antes de que te encuentres en una situación crítica, pregunta al proveedor cómo la manejaría. «Si os envío un archivo un viernes por la tarde a las 17:30, ¿qué pasa? ¿Cuándo recibiré el presupuesto?»

También pon a prueba las habilidades de comunicación. ¿Tu posible proveedor de traducciones responde de forma pertinente a las preguntas que le planteas? ¿Cuántas barreras tienes que cruzar antes de poder hablar con el responsable de tu proyecto o con alguien que tenga autoridad para responderte?

Si surgiera un problema directamente relacionado con el trabajo recibido, ¿cómo se trataría? Pregunta qué procesos existen para minimizar los riesgos, intenta comprender cuál es el flujo de trabajo habitual y qué ocurre, por ejemplo, en caso de reclamaciones.

Ahora ya sabes qué hacer la próxima vez que tengas que traducir un texto:

  1. confía en un profesional
  2. compara sus habilidades con tus necesidades
  3. valora su disponibilidad y su capacidad de asistirte durante todo el proceso, desde el presupuesto hasta la entrega

Te lo dije: el sector de los servicios lingüísticos es peculiar y sigue lógicas que escapan al público en general. No te sientas intimidado: un profesional cualificado podrá ofrecerte la solución adecuada.

Contacta con nosotros si quieres saber más.

Trabaja con Qabiria como traductora autónoma desde 2016, traduciendo del inglés y del alemán, poco después de licenciarse en Lenguas y Comunicación por la Universidad de Bolonia.

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